Criando a los niños con tu mascota

Las mascotas aportan a los niños muchísimos beneficios desde que son pequeños, gracias a nuestro perro nuestros hijos han aprendido lo que es la resposabilidad y el cuidado pero sobre todo la importancia de abrazar y dar mimos.

12/4/2025

Hoy, mientras tomaba mi primer café de la mañana en silencio y repasaba las tareas del día, me he dado cuenta de que la Navidad está a la vuelta de la esquina y que toca montar la decoración en casa.

Intentado que la cafeína hiciera su magia, observaba a nuestro perro Thor dormir plácidamente y pensaba: “amigo que poco te queda de estar en ese huequito”. Y es que el único lugar donde podemos poner nuestro árbol —mide dos metros y medio de altura— es precisamente en la esquina donde tiene su camita…así que en estas fechas le toca mudanza.

Pensando en esto me di cuenta de que llevamos celebrando la Navidad con él once años ya. Recuerdo que las primeras que pasamos juntos él era un cachorro que lo destrozaba todo y ni siquiera SuperPapi y yo vivíamos juntos. Y entonces fui consciente de que quizá esta Navidad sea una de las últimas que pasamos con nuestro perro y de la suerte que tenían mis hijos de estar criándose con él en casa. Y es que los animales tienen una magia especial difícil de igualar.

Así cuando nació nuestro primer hijo, una de las cosas que nos planteamos fue como iban a compartir espacio y vida nuestro querido perro y nuestro pequeño bebé. Os diré que sin ningún tipo de problema.

Si tu mascota tiene todos sus controles al día es completamente seguro que convivan, respetando unas indicaciones básicas de higiene, sobre todo con respecto a los biberones y los chupetes y con otros utensilios de uso personal, tal y como harías contigo mismo. También es esencial hacer una presentación adecuada, en casa y con un ambiente tranquilo, dejando que el animal huela al bebé, por ejemplo, los piececitos. Es importante que el animal se sienta uno más de la familia para que así tome al bebé como a alguien a quien cuidar y proteger.

Las mascotas aportan a los niños muchísimos beneficios desde bien pequeños, gracias a nuestro perro nuestros hijos han aprendido qué es cuidar, abrazar y dar mimos.

Les hemos enseñado que los animales tienen determinadas necesidades, como comer y beber, que lo hacen todos los días y que hay estar atento a que esto no les falte nunca. De esta manera y con nuestra ayuda se encargan de esta tarea, haciéndose responsables de ella.

También saben que nuestro perro tiene que salir a la calle todos los días sin excepción, aunque haga calor o llueva. Así, cuando están saturados de tanto juego o tele, salimos a pasear con él y no les cuesta, porqué es algo que necesita y anteponen su necesidad vital al juego.

Han aprendido lo que es la ausencia cuando lo dejamos en la residencia canina para hacer algún viaje, lo que significa echar de menos. Y que a veces, en la vida, hay que elegir y que para poder disfrutar de algunas cosas debemos dejar otras a un lado durante un tiempo.

También saben ya que mamá y papá a veces no se puede encargar de ellos porque nuestro perro se pone malito o hay que llevarlo al veterinario y de este modo han aprendido que a veces no son el centro y que hay cosas importantes que los papás deben atender.

Les hemos inculcado ciertos comportamientos como la importancia del saludo y la despedida. Siempre saludan y se despiden de nuestro perro Thor, lo hacen al irnos al cole y cuando llegamos a casa, sin excepción.

Personalmente, siempre he crecido con perros alrededor, recuerdo a mis abuelos siempre con algún cachorro entre las manos, más tarde con mi madre y finalmente con SuperPapi y mis hijos. No imagino criarlos sin ese sentimiento que solo despierta tener una mascota contigo.

Los animales son siempre fieles, sin resquicios, sin enfados, sin rencores. Nuestro perro siempre se alegra cuando llegamos a casa y nos saluda con la misma efusividad, aunque solo haga un ratito que nos hemos ido. Él se pega a mi cuando tengo un mal día y si lloro en el sofá levanta al instante la cabeza desde su cama, me mira y hasta que no le digo “todo bien” no se vuelve a relajar. Thor es quien nos hace compañía en las malas noches de nuestros hijos y no se despega de su puerta cuando están malitos.

Los animales te miran a los ojos y sin saber cómo, estoy segura de que saben lo que estás pensando. Tienen un superpoder que pocas personas han desarrollado: saber cuándo y dónde deben estar para aportar y no molestar. Su compañía es algo vital y cuando no están en casa sientes un vacío extraño difícil de explicar.

Somos conscientes de que nuestro perro no estará con nosotros para siempre pero también con esto nuestros hijos aprenderán lo que es la perdida y descubrirán que mientras le recordemos siempre estará con nosotros.

Por eso, si acabas de ser mamá y tienes una mascota, relájate porque se llevarán fenomenal y si no tienes una, ¡lánzate! Tus pequeños estarán encantados.